¡Llega la época más alegre y divertida del año! El verano es sinónimo de días largos, temperaturas cálidas, sol radiante, planes al aire libre, quedadas con amigxs, vacaciones, etc.
Sin embargo, a menudo tendemos a llenar nuestras agendas de actividades y compromisos que pueden acabar agotándonos. ¡Mi propuesta para este año es que disfrutes de un verano “slow”!
Cada vez hay más personas que buscan desacelerar el ritmo y vivir con más calma y consciencia. La sociedad actual con su velocidad y constante movimiento nos impide muchas veces disfrutar todo lo que cada estación tiene para ofrecernos.
Vivir un verano “slow” no significa hacer menos cosas, sino hacerlas de una forma diferente. Se trata de tomar el tiempo necesario para saborear cada momento, disfrutar los pequeños placeres de la vida, buscar el equilibrio entre actividad y descanso, conectar con el entorno y con nosotrxs mismxs.
A continuación, te propongo algunas ideas para que disfrutes de un verano “slow”, aprovechando la época estival de una forma más consciente y relajada. ¿Te animas a descubrirlas? ¡Vamos a ello!
Un verano «slow»:
Realiza actividades que te relajen
El verano es una época perfecta para cuidar de tu bienestar físico y emocional. Dedica tiempo a actividades que te permitan desconectar de la rutina y reducir el estrés. Puedes probar el yoga, paseos por la naturaleza, meditación, darte un chapuzón en el mar o en la piscina, leer un libro a la sombra de un árbol o simplemente sentarte a escuchar tu música favorita.
Encuentra una actividad que te guste y que se ajuste a tus necesidades. Asegúrate de incluirla en tu rutina diaria o semanal para obtener beneficios a largo plazo.
Come de forma consciente
Dedica tiempo a disfrutar de tus comidas. Desde que entras en la cocina para elaborar una receta, hasta que te sientas a saborear cada bocado. Aprovecha el verano para visitar mercados locales y comprar alimentos frescos de temporada, experimenta con nuevos sabores, pon mucho amor en la creación de tus platos, come de forma consciente, mastica lentamente, identifica el sabor y textura de los alimentos e intenta tomar decisiones saludables.
En verano uno de mis planes favoritos es preparar algo de comida rica en casa y salir a realizar un picnic al aire libre. ¡Cuando comemos fuera de casa todo sabe mejor! ¿No crees?
Pasa tiempo en la naturaleza
Aprovecha el buen tiempo para disfrutar de la naturaleza y deleitarte con su inmensa belleza. Puedes hacer rutas de senderismo, visitar parques y reservas naturales, playas o ríos cercanos, realizar paseos en bicicleta, hacer una acampada, observar el amanecer/atardecer, etc.
El verano también es una de las mejores épocas para realizar baños de bosque. En Japón es una práctica muy común, incluso se prescribe como tratamiento médico. Allí se conoce como “shinrin-yoku”, esto consiste en sumergirse en un bosque de forma consciente y relajada. Durante el verano los árboles liberan al aire gran cantidad de fitoncidas, unas sustancias volátiles que forman parte de su sistema de defensa y que para el ser humano es muy beneficioso.
Se ha descubierto que el contacto con los árboles y la inhalación de sus fitoncidas nos ayuda a reducir el estrés, a mejorar el sistema inmunológico y a promover la relajación y el bienestar general.
Conectar con la naturaleza: beneficios y prácticas.
También puedes aprovechar para realizar ejercicio al aire, ya sea caminar, nadar, andar en bicicleta, hacer surf, senderismo, etc. El ejercicio al aire libre y en contacto con la naturaleza puede ayudarte a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, ya que la exposición a la luz solar tiene efectos beneficiosos sobre la salud en general.
Disfruta de la compañía de amigos y familiares
Dedica tiempo de calidad a tus seres queridos. El verano es un buen momento para hacer actividades divertidas junto a ellos: organizar una barbacoa, pasar un día en la playa, tardes de juegos, una cena al aire libre…
Es fundamental para nuestro bienestar emocional tener relaciones personales cercanas y significativas. ¡Disfruta este verano de momentos inolvidables con tus amigos y familiares!
Desconecta de la tecnología
El verano es una época ideal para alejarse de las pantallas y reducir la cantidad de tiempo que pasamos “enganchados” a la tecnología.
En un mundo en el que estamos conectados constantemente y rodeados de dispositivos electrónicos, puede parecernos un poco difícil desconectar de la tecnología. ¡Pero te aseguro que se puede y que además tiene un montón de beneficios!
Establece horarios para el uso de la tecnología, limita el tiempo que pasas en redes sociales, apaga los dispositivos por lo menos 1 hora antes de irte a dormir y, sobre todo, realiza actividades que no requieran el uso de una pantalla. ¡Aprovecha el verano para conectar contigo y con el mundo que te rodea!
También puedes hacer un “detox digital” de varios días en los que límites al máximo el uso del teléfono, internet y redes sociales.
Esta desconexión de la tecnología nos permite vivir más en el presente, reducir el estrés, la fatiga visual, mejorar la calidad del sueño y tener un verano más relajante y significativo.
Si te interesa este tema te recomiendo mucho el libro Minimalismo Digital.
Desarrolla actividades creativas
Prueba a experimentar nuevas formas de expresión y a desarrollar tus habilidades creativas. En verano solemos tener más tiempo libre que podemos utilizar para descubrir nuestros talentos y aprender cosas nuevas.
Por ejemplo; pintar al aire libre, escribir poesía, elaborar manualidades, aprender a tocar un instrumento, bailar, hacer un curso sobre un tema que te interese, etc. No te preocupes por hacerlo perfecto, simplemente disfruta del proceso creativo y de las experiencias que te aporta.
También puedes visitar museos y galerías de arte, asistir a conciertos y festivales de música o disfrutar de funciones teatrales al aire libre.
¡Saca la vena creativa y deja volar tu imaginación este verano!
Viaja de forma «slow»
Si planeas hacer un viaje este verano, te animo a seguir la filosofía “slow”. A continuación, te dejo algunas ideas que pueden ayudarte a viajar de una forma más tranquila y consciente:
Dedica más tiempo a conocer un destino: en lugar de visitar varios lugares en un solo viaje, elige un destino y dedica más tiempo a explorarlo a fondo. De esta manera, podrás sumergirte en la cultura local y descubrir lugares que no aparecen en las guías turísticas.
Hospédate en alojamientos tranquilos: en vez de elegir hoteles grandes y concurridos, opta por alojamientos más pequeños y acogedores, como casas rurales o bed & breakfast. Te permitirán relajarte y desconectar del estrés diario.
Evita los itinerarios apretados: intenta no planificar un itinerario lleno de actividades y visitas, reserva tiempo para disfrutar de momentos de tranquilidad, como tomar una siesta después del almuerzo o leer un libro en un parque.
Recuerda que viajar “slow” es una actitud y no un destino. No es necesario irse a una isla desierta para viajar “slow”, puedes visitar grandes ciudades y hacerlo de forma consciente y disfrutando con los 5 sentidos de cada momento. Para descubrir más consejos te recomiendo descargar mi guía “Slow Travel” en grandes ciudades.
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Hay muchas formas y tipos de viaje que puedes hacer: un road trip, una acampada con amig@s, un viaje al extranjero, una ruta en autocaravana, una escapada rural… Lo importante es elegir el que más se adapte a tus gustos y estilo de vida.
Aprovecha este verano “slow” para crear experiencias de viaje inolvidables y significativas. ¡Disfruta mucho!
Practica el mindfulness en las actividades diarias
El mindfulness es una técnica que consiste en prestar atención plena al momento presente, sin juicio ni distracción. Puedes practicar el mindfulness en cualquier actividad diaria, como cocinar, lavar los platos, ducharte, caminar…
La idea es vivir menos tiempo en piloto automático y adentrarte con los 5 sentidos en la actividad que estás desempeñando. Enfócate en las sensaciones, texturas, olores, sabores y emociones que surgen, sin juzgar ni reaccionar ante ellas.
Mindfulness: 10 consejos para sentirse bien
Al hacerlo, te permitirás disfrutar plenamente del momento presente, siendo más consciente de tus acciones y pensamientos. El mindfulness ayuda a reducir el estrés, mejora la concentración, la memoria, aumenta la felicidad y la conexión con el mundo que te rodea. ¡Se convertirá en una gran herramienta para tu verano «slow»!
Pon el práctica el arte de no hacer nada
Vivimos en una sociedad demasiado acelerada y ocupada que nos mantiene constantemente haciendo cosas, incluso, muchas veces, nos sentimos culpables por disfrutar de tiempo libre…
Tomarse un tiempo para simplemente no hacer nada puede ser extremadamente beneficioso para nuestra salud mental y emocional. ¡El verano es la ocasión perfecta para ello!
Dedica tiempo a estar presente y disfrutar del momento sin la necesidad de hacer algo en concreto. Aprecia esa sensación de libertad y relajación que proviene de no tener ninguna tarea o expectativa.
Practicar el arte de no hacer nada puede ayudarte a reducir el estrés, a fomentar la creatividad, a despertar la inspiración y a recuperar el equilibrio emocional y físico que perdemos cuando vivimos en una espiral de ocupaciones y productividad.
En Italia utilizan la expresión «Il dolce far niente» que significa «el dulce arte de no hacer nada». Esta idea se refiere a la importancia de tomarse un tiempo para simplemente relajarse y disfrutar de la vida sin tener que hacer nada en particular.
Disfruta la magia de las noches de verano
Las noches de verano son especiales, el clima cálido, la brisa refrescante y esa sensación de libertad que nos invita a disfrutar de la vida. Un paseo bajo las estrellas, una cena a luz de las velas, una charla tranquila en una terraza al aire libre, un concierto con amigxs…
Hay cantidad de planes especiales que podemos hacer en las noches de verano. ¿Cuál es tu favorito?
Conecta con la energía del verano para tener una vida equilibrada
El verano es una época de crecimiento, luz y alegría. ¡Aprovecha esta energía para mejorar tu salud y calidad de vida!
En mi «Guía para vivir en armonía con las estaciones», encontrarás un montón de información sobre la energía del verano y los hábitos que puedes implementar para sentirte genial durante los próximos meses: alimentos de temporada, cuidados y decoración para el hogar, hábitos para mejorar la salud, ejercicios de mindfulness, meditación y muchas ideas para vivir en armonía con las diferentes estaciones.
Esta guía es un manual perfecto para consultar durante todo el año. Aprenderás a fluir con los ritmos de la estacionales, a vivir en equilibrio y a conectar con la naturaleza y contigo mismo/a.
Espero que estas ideas para disfrutar de un verano “slow” te hayan inspirado vivir la temporada estival de una forma más consciente, disfrutona y relajada.
Recuerda que el objetivo es encontrar tu propio ritmo, aquel que te hace sentir bien. Descubrirás que el tiempo es un tesoro valioso y si lo utilizas de forma sabia, podrás llenar tu vida de momentos inolvidables y experiencias enriquecedoras.
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